Prevención de microorganismos del aire
Más allá de la simple purificación y renovación del aire en el interior de los edificios, es fundamental conocer la importancia de una correcta gestión del aire, que permita, al menos, asegurar su calidad siempre.
Para mantener el aire protegido en las instalaciones, hay que realizar 3 labores básicas de mantenimiento
1
Limpieza periódica de los conductos interiores
Esta limpieza se realiza de forma mecánica con diferentes dispositivos para eliminar todo el polvo y la suciedad que acumulan los conductos a lo largo del año. Para ello se procede a la retirada del polvo y partículas depositadas en el interior de la maquinaria de tratamiento del aire incluyendo los conductos de distribución del aire tratado.
2
Retirada del polvo acumulado
Antes de la retirada del polvo acumulado en los conductos se procede al sellado de cada una de las zonas. Con diferentes accesorios mecánicos, motorizados y manuales, se procede a la limpieza exhaustiva de los conductos, impulsando el material contaminante hacia una potente maquinaria de aspiración, donde se retiene todo el polvo y las partículas que están contaminando el sistema. Posteriormente una vez el sistema limpio se procede a una intensa desinfección de todos los elementos que componen el sistema de tratamiento del aire.
3
Certificación de la calidad del aire
La tercera labor es la certificación de la calidad del aire para verificar que se ha realizado correctamente esta limpieza y permita poner en funcionamiento la instalación tras la limpieza.
Como es lógico esta certificación la realiza un laboratorio externo independiente, acogido a las certificaciones de calidad correspondientes a este tipo de instalaciones
La tecnología Genano que ofrecemos en Alcora está diseñada de forma específica para mejorar la higiene del aire en centros públicos y privados.