Agua potable y agua tratada: qué son, características y diferencias

Agua potable y agua tratada: qué son, características y diferencias.

Qué es el agua potable

El agua es considerada potable cuando es apta para el consumo, beber, cocinar alimentos, higiene personal o tareas domésticas. Para no suponer ningún riesgo para la salud de las personas, tiene que estar libre de microorganismos y sustancias tóxicas.

La potabilización del agua se realiza en las Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) siguiendo la normativa establecida por las diferentes autoridades nacionales e internacionales.

Cuáles son las fuentes naturales de agua potable

  • Agua de lluvia: no contiene ningún tipo de aditivo, es un agua purificada, pero, si se quiere utilizar en los diferentes usos que tiene el agua potable, debe tener sus elementos de control, ya que en su caída desde la atmósfera, puede arrastrar diversos contaminantes acumulados en las capas bajas de la atmósfera.
  • Agua de manantial: son aguas subterráneas que surgen del agua de lluvia y que brotan en la superficie de la tierra. Esta agua conserva toda su pureza, pero antes de ser accesible para el consumo humano debe pasar estrictos controles de seguridad y saneamiento. Debe ser registrada y autorizada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
  • Aguas subterráneas: se mantienen almacenadas en el interior de la tierra, en la corteza terrestre, mediante acuíferos que se instalan en los poros o fisuras de las rocas. Estas aguas tienen una función fundamental en el ciclo hidrológico, en los ecosistemas y en la agricultura.
  • Aguas superficiales: incluyen las fuentes de agua dulce como ríos, lagos, embalses, canales, entre otras, que se encuentran en la superficie del suelo. Estas aguas abastecen a la mayoría de los hogares en todo el mundo. Los procesos de potabilización de las aguas superficiales son muy importantes debido a la cantidad de residuos que arrastran a su paso.
  • Agua de mar: más del 70% de la superficie terrestre está cubierta por agua, de la que el 97,5% es salada y solo el 2,5% dulce. En el agua de mar se concentran muchas sales minerales disueltas, 36 gr. de sal por litro de agua, por lo que es necesario realizar un proceso de desalinización para que sea agua apta para el consumo humano.

Qué características debe tener el agua potable

El agua debe cumplir unos estándares de calidad para ser considerada potable:

  • Limpia y segura para que no suponga un riesgo para la salud humana.
  • Incolora, el agua debe ser completamente transparente.
  • Inodora, ningún componente debe generar algún tipo de olor.
  • Insípida, no puede desprender ningún tipo de sabor al beberla.
  • Libre de elementos en suspensión que generen turbiedad.
  • Libre de contaminantes orgánicos, inorgánicos o radiactivos.
  • Proporción determinada de sales, minerales e iones.
  • Libre de microorganismos patógenos.

Ph del agua potable

El control del pH es una de las referencias más importantes para el control de agua apta para el consumo. De acuerdo a las normativas de la Unión Europea, se establece que el agua potable debe tener un contenido de sales, minerales e iones (sulfatos, cloruros, nitritos, amonio, calcio, fosfáto, entre otros) que esté dentro de los rangos aceptados. Los parámetros de pH considerados aceptables para el consumo humano deben estar entre 6,5 y 9,5.

Niveles de cloro permitidos en agua potable

El cloro (Cl2) es un gas muy oxidante que reacciona con muchísimos compuestos. Es uno de los principales elementos que se utilizan para la desinfección del agua potable de posibles bacterias y microorganismos patógenos. Este proceso se realiza tras la potabilización, desalación o depuración del agua con el objetivo de eliminar aquellos microorganismos que hayan sobrevivido a los procesos de purificación anteriores.

El cloro garantiza la limpieza y seguridad del agua durante su recorrido a través de la red de abastecimiento o saneamiento. Tal y como se indica en el Real Decreto 140/2003, los valores paramétricos de concentración de cloro en la red de distribución del agua potable deben ser los siguientes:

Cloro combinado residual* 2,0 mg/l
Cloro libre residual** 1,0 mg/l

*El cloro combinado es la porción de cloro que ha reaccionado al mezclarse en el agua y que se ha combinado con los contaminantes y compuestos que se encuentran en el agua.

**El cloro libre se refiere a la porción de cloro que está disponible para mezclarse con los contaminantes y desinfectar el agua.

Cómo saber si el agua es potable

El agua potable debe cumplir una serie de características principales:

  • No debe tener ningún olor, eso puede indicar que algún compuesto está provocando que el agua se pudra o se encuentre en mal estado.
  • No debe tener ningún color extraño, sino que debe ser completamente transparente.
  • No debe presentar ningún sabor cuando la bebemos.

En caso de que no se cumpla alguno de estos factores debemos poner en duda si el agua es apta para el consumo.

Tratamiento de agua potable

El tratamiento de agua potable es necesario para poder obtener agua apta para el consumo humano. El procedimiento de potabilización del agua consiste en una serie de procesos físicos y químicos encadenados que tienen como objetivo eliminar cualquier tipo de organismo orgánico o inorgánico que se encuentre en el agua.

Tipo de elementos u organismos que podemos encontrar en el agua:

  • Componentes sólidos gruesos
  • Partículas en suspensión
  • Componentes sólidos en suspensión
  • Materia orgánica o inorgánica
  • Amoniaco
  • Microorganismos patógenos
  • Metales

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Qué es el agua tratada

El agua tratada es el agua residual que ha sido sometida a un proceso de purificación para eliminar las características no deseables. El tratamiento variará en función del uso que se le quiera dar y de las propiedades que contenga el agua desde su punto de partida. Puede ser utilizada para cualquiera de las diferentes actividades del ser humano, desde lavar la ropa hasta servir de riego para la agricultura.

Características del agua tratada

El agua tratada se encarga de eliminar los principales contaminantes y microorganismos que se encuentran en el agua. Estas son algunas de las características principales del agua tratada:

  • Se utiliza para diferentes actividades humanas, como la agricultura, la ganadería y la industria.
  • Puede utilizarse para lavar la ropa, regar las plantas, fregar el suelo, etc.
  • No es apta para beber.

Importancia de tratar el agua

El acceso a agua limpia y saneada es un derecho fundamental para todas las personas, sin embargo, no todos los rincones del mundo disponen de este recurso básico. Hay millones de personas que todos los días se encuentran con graves problemas para tener acceso directo a agua.

Actualmente, el ser humano es quien está poniendo en peligro este escaso recurso mediante la contaminación y el cambio climático. Para asegurar el acceso a agua limpia, es fundamental el tratamiento de las aguas residuales con el fin de eliminar todas las partículas contaminantes y los microorganismos patógenos que puedan poner en riesgo nuestra salud.

Cómo tratar el agua para el consumo humano

El tratamiento de agua potable se realiza en las Estaciones de Tratamiento de Agua Potable (ETAP), y el proceso debe ser el siguiente:

  1. Coagulación-floculación: transporte del agua desde una fuente natural hasta una cámara de mezcla donde se incluyen los componentes necesarios para la potabilización del agua.
  2. Decantación: separación por gravedad de las partículas en suspensión que lleva el agua.
  3. Filtración: eliminación de los sedimentos menos densos pasando el agua por un medio poroso.
  4. Desinfección: cloración del agua para la eliminación de los microorganismos patógenos.
  5. Análisis: procedimiento para asegurar que el proceso de potabilización del agua se ha realizado con éxito.

Agua de mar tratada para beber

El proceso de desalación del agua marina consiste en un proceso de tratamiento por el cuál se transforma el agua de mar en agua potable. Suele realizarse en aquellos lugares donde el acceso a agua dulce es realmente complicado, debido a su escasez en los entornos más próximos o alto grado de contaminación.

Cómo tratar agua de pozo para consumo humano

El agua de pozo debe pasar obligatoriamente por un proceso de potabilización, si queremos que sea apta para el consumo. Este agua es susceptible de contener contaminantes derivados de las actividades agrícolas, ganaderas, industriales o vertederos.

Antes de proceder a su potabilización, primero hay que realizar un análisis del agua de pozo, ya que puede contener sustancias químicas o microorganismos filtrados como plomo, mercurio o patógenos. Dependiendo de los resultados del análisis previo, la potabilización puede realizarse de diferentes formas:

  • Filtración del agua a partir de bombas de pozo para eliminar los sedimentos.
  • Dosificación del cloro a través de una bomba para eliminar la presencia de microorganismos patógenos.
  • Descalcificación para reducir la dureza del agua y eliminar las sales disueltas.
  • Sistemas de ósmosis inversa para eliminar los diferentes contaminantes.

Tratar agua de lluvia

Antes de iniciar el tratamiento para el agua de lluvia, hay que determinar si su uso va a ser para el consumo humano o no. El tratamiento del agua de lluvia incluye el siguiente proceso:

  • Filtración: se puede utilizar tanto para agua potable como no potable, ya que se encarga de eliminar todo tipo de metales oxidados, turbidez del agua, etc. Un buen sistema de filtración elimina más del 99% de los microorganismos patógenos que pueda llevar el agua, la bacteria Legionella, entre ellos.
  • Esterilización por medio de UV: se encarga de eliminar células, bacterias, hongos, protozoos, virus, etc.
  • Cloración: elimina las bacterias y parásitos y puede reducir la presencia de hierro disuelto, manganeso, etc.
  • Ultrafiltración (baja presión): trata de eliminar las algas, moléculas poliméricas coloidales, materia orgánica e inorgánica, polen, etc.

Cómo tratar agua de río para consumo

El tratamiento de agua de río es muy parecido al que se efectúa en las plantas potabilizadoras. El proceso sigue estas tres fases:

  • Decantación o filtrado para reducir y/o eliminar las partículas sólidas o algas en suspensión que contenga el agua.
  • Desinfección con ultravioleta o cloración para eliminar las posibles bacterias o parásitos.
  • Purificación con carbón activado, en caso del agua para consumo humano, que se encarga de secuestrar cualquier tipo de sustancia metálica disuelta en el agua.
  • Cloración, residual desinfectante para mantener el agua dentro de los parámetros establecidos hasta el grifo del consumidor.

Métodos para tratar el agua

El tratamiento del agua puede realizarse de diferentes formas con el objetivo de eliminar las impurezas y los microorganismos patógenos.

Estos son los tipos de tratamiento que existen:

  • Tratamiento físico: consiste en la separación de las partículas sólidas del agua.
  • Tratamiento químico: trata de eliminar los organismos contaminantes o radiactivos del agua.
  • Tratamiento biológico: se encarga de eliminar los contaminantes coloidales, que actúan sobre la materia en suspensión transformándola en sedimentos.

Tratar el agua con cloro

El tratamiento del agua mediante cloración tiene como objetivo la desinfección del agua eliminando todos los microorganismos patógenos.. Es el tratamiento químico del agua más utilizado para garantizar la seguridad y saneamiento de las aguas de consumo humano.

Agua tratada con ozono

El tratamiento de agua mediante generadores de ozono tiene como objetivo eliminar la materia orgánica que se encuentra en el agua, a partir de la capacidad de oxidación que tiene este gas. El agua ozonizada destruye microorganismos, virus y bacterias, de manera rápida y efectiva, si bien hay que reconocer que su efecto residual es muy limitado.

Agua tratada por ósmosis inversa

El sistema de ósmosis inversa consiste en la desalinización del agua de mar. Es un sistema muy extendido y avanzado en todo el mundo que se realiza mediante energía exterior en forma de presión, de manera que esta presión vence a la presión osmótica natural presente en el agua marina. También se utiliza para el tratamiento de aguas de interior o superficiales  con una carga muy alta de minerales o contaminantes diversos, donde  los tratamientos tradicionales, no son suficientes para eliminar todos los contaminantes.

Diferencia entre agua potable y agua tratada

La principal diferencia entre agua potable y agua tratada es que la primera es exclusiva para el consumo humano, para beber, en el baño o cocinar los alimentos. Mientras que el agua tratada es aquella que utilizamos para cualquier tipo de actividad, como lavar la ropa, lavar el coche, regar las plantas, llenar la piscina, etc.